Hola, hola, hola. Hoy vamos a por una receta tradicional que no debemos perder nunca jamais. Aunque es complicado encontrar el origen de esta receta, probablemente venga de donde el arroz, de Asia y de ahí se fue exportando con sus variaciones a Europa y a América. Así que mucha gente dice "sí, sí el arroz con leche es de aquí porque ya lo hacía mis abuelos y mis tatarabuelos" (en esas épocas normalmente la abuela) pero eso es lo que dicen todas, desde China a Perú pasando por Oviedo.
En total, que al menos es una receta muy antigua, porque se cocinaba ya desde muy antiguo el arroz con la leche en vez de agua para que fuera más nutritivo y gustoso. Así que bueno, venga de donde venga, yo no quiero perder este plato tan tradicional y por eso me lo pido en todos los bares y /o restauranes allá donde lo tienen casero (nada de postres ni platos precocinados, ¡puag, qué asco!)
¿Vamos?
INGREDIENTES
- 150g de arroz, claro.
- 1 litro de leche (puedes hacerlo con semi desnatada para ahorrarte unos gramitos de más en la panza).
- 1/2 vaina de vainilla.
- 50g de azúcar. Hay que decir que antiguamente se hacía con miel, porque no había azúcar, nunca lo he hecho, pero el próximo que lo haga lo haré así, con la miel de nuestras propias colmenas (ya te contaré este temaso en otra entrada, pero de momento puedes visitar la WEB PEPINO de Blanca)
- 1 rama de canela.
- El pellejo de una naranja, con dos tiritas vale.
- La misma cantidad de pellejo de limón.
Esto es el colmo de lo fácil: Pones todo, menos el azúcar, a fuego medio, pasado un rato que ya esté calientito lo pasas a fuego lento y no pares de remover, puedes ponerte ESTA canción para motivarte :)
Cuando ya está pastocito, es que está casi listo, saca entonces la canela, vainilla y las pieles de las frutas. Agrega el azúcar y cocina los últimos 10 minutos.
Lo pasas todo a un plato, bol, bandeja, blablabla...y espolvorea canela en polvo por encima, al frigo y cuando esté fresqui ¡a comer!
Venga, déjate caer y coméntanos que recuerdos te trae el arroz con leche.
jueves, 1 de noviembre de 2018
Paté de hígado de pollo
Hoy vamos a hacer una receta muy sencilla y muy práctica, pues os puede valer para canapiés, desayunos extremos, acompañamiento y un largo etc. ¡Un paté buenísimo con los hidagitos de pollo!
INGREDIENTES
- 125 g de hígado de pollo, claro.
- Cebolla picadita.
- 1 ajo picadito también.
- Vino blanco o de jerez, lo que más gustes.
- Pimienta negra molida.
- 1 hoja de laurel.
- Unos 90g de queso crema de untar.
- Unos 15g de mantequilla.
- Sal.
El tema es muy fácil, sofríe la cebolla y el ajo, cuando estén doraditos añade los higaditos bien limpios. ¡IMPORTANTE! Límpialos bien porque sino te puede quedar con sabor amargo (recuerda que son hígados y lo que se produce allí...). Cocínalos bien y añade un chorreoncito de vino.
Todo esto lo llevamos al vaso de la batidora, aquí añadimos la mantequilla que se fundirá al momento, agregamos sal y pimienta y batimos.
Para suavizar y darle punto cremoso añadimos, poquito a poco, el queso, sin abusar ¿eh?
Para suavizar y darle punto cremoso añadimos, poquito a poco, el queso, sin abusar ¿eh?
Lo metemos al frigo y ¡listo! Una receta magnífica por si te entra un poquito de anemia, porque no sé si sabías que, además de tener hierro, el hígado es fuente de vitamina A, cosa buena porque ayuda a absorber mejor este mineral, además de ayudar a nuestra vista, tienes más información en esta otra receta rica en vitamina A. Además, el hígado es todo lujo, porque es la alternativa con menos grasa, tiene apenas un 5% y encima tiene ácido fólico y vitamina B12, que también sirven para combatir la anemia maldita, ya que sirven para hacer las células de la sangre. ¿Completo, no? Pero OJO, no te vayas a atiborrar de higaditos, hay que tener cuidado porque el hígado también tiene mucho colesterol, así que, como todo en esta vida, modera amigo, modera...
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