Mira que bonika der tó |
Bueno, bueno, perdona la ausencia de recetas esquisas pero en este tiempo he estado algo atareado con la migración de los pajaruelos y como no, conociendo nuevas cocinas del mundo para culturizarme una mijita.
Así que para retomar el tema hoy vamos a hacer una dulzura: ¡Mermelada de Pera!
Ya desde superantiguo hacer mermelada era una buena forma de conservar el excedente de fruta que tenían en ciertos momentos, los antiguos griegos comenzaron a hacerla con membrillo y miel, que no tiene mala pinta desde luego...pero nosotros la vamos a hacer con pera porque hace unos días estuve en la casa de mi amigo Paco con K y LaMarina en Araia (Vitoria), donde me alojaron más que esquisamente y debido a las innumerables peras que poblaban su jardín, decidimos ponernos manos a la obra. ¿Sabías que existen más de 30 tipos diferentes de esta fruta? Es la pera ¿no?
Bueno venga, vamos al tema que quema.
INGREDIENTES
- Peras ¿sorprendid@, eh?
- Azúcar, más o menos la mitad del peso de lo que tengas de fruta.
- Zumo de limón, luego te digo en secreto porqué lo necesitas.
- Botes de cristal con su tapa, importante que cierren bien.
La elaboración de esta receta tan esquisa es sencilla:
- Puedes pelar o no las peras, si le dejas la piel la notarás un poco en la mermelada, pero muy poco, por lo que no es del todo necesario si no te apetece. Eso sí, tienes que quitar el centro que es duro y rugoso junto con las pepitas. Las cortas en trocitos y a la olla.
- Añades el azúcar y el jugo de limón.
¡Eh, secreto! la mermelada solo se puede hacer con fruta que tenga pectina, uf palabro ¿ezoqueloqueé? pues la pectina es un componente que tienen las paredes de las células vegetales (sobre todo en la piel, por eso viene bien dejarla) que cuando se mezcla con la fruta y el azúcar forma un gel ¡oh sorpresa, espesa mi mermelada! y los resultados son mucho mejores, sino tendrías algo parecido a un líquido o compota ¿no te ha pasado alguna vez? pues eso era porque no tenias pectina. En la industria te venden la pectina sintética directamente, pero de forma más natural la puedes conseguir mezclando con otras frutas, como por ejemplo manzana (la reina de la pectina o superpectina) o también le puedes echar zumo de limón ;) bueno ¿eh? Así que antes de hacer una mermelada mira si tu fruta tiene pectina o no.
- ¿Seguimos? pues pon la mezcla a fuego lento y remuuueve hasta que se vaya deshaciendo todo, puedes acelerar la cosa con la batidora si quieres. Cuando tenga la consistencia de crema y empiece a oscurecer un poquito ya puedes parar y ¡listo!
Para acabar el proceso tenemos que embotar. Es muy importante esterilizar los botes con sus tapas, para ello hiérvelos en agua durante unos 15 minutos y lo dejas secar sin tocar los interiores. Echa la mermelada en cada bote dejando unos centímetros vacíos, no los llenes hasta arriba.
Una vez embotada, si la envasamos al vacío la mermelada nos durará lo más grande. Es también fácil, mete los botes, bien tapados, al baño María unos 30-45 minutos. Aquí lo que hacemos es que con el calor la mermelada se dilata y empuja al aire expulsándolo por la tapa, dejando así el interior al vacío cuando la mermelada se enfría.
Ahí tienes el envasado al vacío y el esterilizado |