Bueno, bueno, ¡feliz año deloesquiso! Perdona por la tardanza en publicar nuevas entradas pero ha habido cambio de aires, de piso y sobre todo de conexión a internet, pero siempre pienso en deloesquiso y tengo un buen número de recetas en la recámara que irán saliendo de a poco ;)
La receta de la vuelta conmemora el fin de las vacaciones pasadas ¡Los Reyes!, ¿quién no come ese magnífico y tradicional Roscón esquiso?. Pues para el año que viene ya (aunque siempre puedes meterle mano para esas merendolas de día a día :P ) que sepas que se puede hacer un pedaso de Roscón artesanal con el que dejarás con la boca abierta a tus invitad@s.
Investigando un poco, el Roscón que comemos en Reyes en verdad viene de una celebración pagana. Y es que ya en el siglo II a.c. cuando se acababan los trabajos de campo (eso era a mediados de diciembre o por ahí, aunque en el campo se para poco, la verdad) y durante una semana se celebraban las "Saturnales", en honor a Saturno (se comieron mucho la cabeza con el nombre) que para ellos era el dios de la agricultura y de las cosechas. Pues bien, era entonces cuando se hinchaban de unas tortas a base de miel, frutos secos, dátiles e higos que derivó en nuestro esquiso Roscón. Ya entonces introducían "el haba" que era símbolo próspero y de fertilidad de la Tierra y al que le tocaba era que iba a flipar con la cosecha ese año. Más tarde los franceses para contentar al rey Luis XV le dieron un cambiazo al tema y añadieron la moneda, pasando el haba al lado oscuro y si te toca tienes que apoquinar lo que es el roscón, que de ahí viene también la expresión "tontolaba" ¿que cosa ¿eeeeeh?
Para no darte ya la lata con esta primera entrada del año haznos un comentario y seguimos hablando de la aparición y evolución del Roscón en España, que tiene manteca la cosa...así que de momento ¡vamos al tema!
- 75 g de mantequilla.
- Ralladura de 1 limón y 1 naranja.
- 2 cucharas de agua de azahar (esto lo venden en las farmacias en un bote azul, también se usa para infusiones, tónicos y no se qué más)
- 1 cucharada de ron oscuro.
- 350 g de harina.
- 2 Huevos.
- 100 g azúcar.
- 9-10 g levadura fresca (la del pan).
- 110 ml de leche.
Derrite un poco la mantequilla y échale las ralladuras y el agua de azahar, esto último es el que le da el sabor tan característico y esquiso a la vez al roscón.
Haz un volcán con la harina y echa la mezcla anterior en el cráter.
Añadir una yema de huevo y el azúcar bien mezcladitos.
Y ahora toca dar de brazos, amasa a tope para que quede una masa homogénea. Es entonces cuando tienes que disolver la levadura en la leche tibia (para activarla, se anime y empiece a fermentar nada más la metamos en la masa). Mezclar bien toda la masa hasta que quede como una bola y la dejas reposar hasta que duplique su tamaño (entre media y una hora).
Una truquimaña para casitas frescas, es calentar el horno un minutito a 160º y apagarlo, entonces metemos nuestra masa para que fermente a una temperatura óptima.
Una truquimaña para casitas frescas, es calentar el horno un minutito a 160º y apagarlo, entonces metemos nuestra masa para que fermente a una temperatura óptima.
El antes y el después de fermentar |
Cuando esté subidita la masa cógela, amasa un poco para quitarle el aire y dale forma de roscón, píntalo con huevo batido y déjalo reposar otra vez una horita más hasta que duplique su tamaño de nuevo, mejor tapado y en un sitio calentito.
Aquí puedes echarle lo que quieras, yo le puse almendras picaditas, guindas y el toque pro se consigue echando azúcar en agua (pastosilla).
Y de aquí al horno, a una temperatura media-alta una media hora, ve echándole el ojo de vez en cuando (Véase la imagen) y cuando la pinches con un cuchillo y salga limpio es el momento de sacar nuestro pepino de roscón.
La paciencia es importante en esta receta |
Y ahí queda eso, a esperar a esos Reyes que tan bien se portan siempre cada año.
Anda, deja tu comentario y seguimos charlando ;)